Envidia

La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.

Envidia


La envidia es una moneda corriente en las sociedades desde los orígenes de las mismas. Cuántas veces nos dimos cuenta de que la gente tiene ese sentimiento hacia nosotros, o porque no, cuántas veces la sentimos en carne propia por diversos motivos.


Lo más importante para poder comenzar a entender esto es sacarnos la etiqueta de qué “es un sentimiento malo” (dado que no existen sentimientos malos ni buenos, son solo sentimientos y ya) y que muchas veces son una forma de impulso o de conexión con esa persona o cosa que desata dicho sentimiento.



Por ejemplo, una persona que estudia en conjunto con nosotros o requiere de nuestra ayuda para comprender un tema termina puntuado mejor que nosotros en un examen. Muchos podemos llegar a sentir envidia de esa nota (El sentimiento de que merecíamos esa nota mucho más que la otra persona) y hasta ahí vamos todo bien. Sin embargo, dependiendo de cómo usemos y sintamos este evento es como puede convertirse en un sentimiento positivo o negativo para nuestro crecimiento.


Si nos dedicamos a excusar esa diferencia de puntuación, no vamos a poder enriquecernos y perderíamos una oportunidad muy rica en conocimiento. En cambio, si nosotros transformamos ese sentimiento en orgullo a nuestro compañero que logró entenderlo o comprenderlo y además implementarlo correctamente. También tenemos cuota de orgullo a nosotros por formar parte de su aprendizaje, y poder llegar a transferir conocimiento.


Cuando uno decide envidiar sanamente es capaz de encontrar felicidad en eso que buscamos y otra persona encuentra, imaginen lo hermoso que sería poder sentirnos felices de los progresos ajenos como si fuesen nuestros.